La evaluación quiropráctica es una evaluación integral para determinar la causa del dolor o malestar musculoesquelético. La evaluación por lo general consiste de un examen ortopédico y neurológico, así como la manipulación quiropráctica. Durante la evaluación, el quiropráctico evaluará la movilidad articular, la fuerza muscular y los reflejos para determinar la causa del dolor. De ser necesario, el quiropráctico puede ordenar imágenes como rayos X o resonancias magnéticas para avanzar en el diagnóstico. Después de la evaluación, el quiropráctico discutirá los hallazgos y creará un plan de tratamiento personalizado para aliviar los síntomas y restaurar el equilibrio y la función naturales del paciente.

El movimiento funcional es una parte integral de la restauración y el mantenimiento de articulaciones y músculos saludables. Es un enfoque del movimiento que enfatiza la movilidad, la estabilidad y el control neuromuscular. Mediante el uso de ejercicios dinámicos y desafiantes, el movimiento funcional puede ayudar a mejorar el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad, así como la fuerza central. A menudo se usa en fisioterapia y rehabilitación para ayudar a las personas a regresar a las actividades de la vida diaria. El movimiento funcional se puede utilizar para reducir el dolor, mejorar la postura y disminuir el riesgo de lesiones.